6 de agosto de 2016

Vanderlei Cordeiro de Lima - A 12 Años de Atenas, La Historia Lleva al 1234 Un Peldaño Más Arriba


Cornelius Honran intercepta en Atenas a Vanderlei Cordeiro de Lima

Vanderlei Cordeiro de Lima, el maratonista que en Atenas 2004 padeció el ataque de un espectador cuando lideraba la prueba y que, a pesar de ello, acabó cruzando la línea de meta en tercera posición.
Si había una prueba mítica en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 esa era el maratón. Allí donde el movimiento olímpico tenía su germen fue donde recibió un nuevo impulso, encarnado su espíritu en un brasileño de menudas dimensiones que protagonizó, de manera involuntaria, la imagen más recordada de aquellos Juegos.






Vanderlei sobre la pista del Estadio Olímpico de Atenas

Vanderlei Cordeiro de Lima lideraba la prueba a falta de apenas seis kilómetros para el final, y aunque perdía ventaja kilómetro a kilómetro, todavía orría rumbo a la meta y a la medalla de oro cuando sucedió lo inesperado.

Un exsacerdote irlandés, Cornelius Horan, saltó al asfalto y se abalanzó sobre él, sacándole de la pista durante unos segundos.

A duras penas, con la ayuda de los espectadores presentes en ese tramo, Vanderlei consiguió desembarazarse de su agresor y continuar la prueba.

Lo hizo aún en cabeza, pero sin la concentración necesaria para mantener la distancia que hasta ese momento acumulaba. Dolorido, descentrado y tras verse superado por Baldini  (oro) y Keflezighi (plata), el brasileño pensó en retirarse.

Exhibiendo la medalla de bronce junto a la Barón Pierre de Coubertain

Fue el espíritu olímpico, esa fuerza que impulsa a sobreponerse a las dificultades, lo que le animó a seguir para cruzar la línea de meta en tercer lugar en una de las llegadas más recordadas. Aclamado a su ingreso a la pista por todo el estadio olímpico de Atenas, el brasileño logró la medalla de bronce, aunque para muchos fue el ganador moral de aquella prueba. Hoy quizás no se recuerda al ganador como la gesta del sudamericano Vanderlei.

Mi bronce es de oro. Da igual lo que haya ocurrido, decía el brasileño restando importancia al incidente y haciendo más grande aún su gesta; una gesta que increíblemente fue uno de los mejores resultados que la mala suerte alguna vez ha dado. 

Las autoridades brasileñas pidieron para el atleta una segunda medalla de oro, pero el Comité Olímpico no se la concedió. En su lugar, el atleta fue condecorado con la medalla Pierre de Coubertain, presea que a diferencia de las demás, sí es de verdadero oro. Pero más allá del metal, resulta el mayor honor que un deportista puede recibir . 

12 años después: "El Indicado" enciende con su antorcha el pebetero.

Candidato apenas nombrado, ya casi resignados por no escuchar su mención sino las de Neymar y Pelé, pero con la convicción viva de que era la persona que todo lo reunía, anoche, doce años después de aquella jornada de 2004 que quedó grabada a fuego, Vanderlei recibió su oro directamente de los Dioses del Olimpo. Fue El Señalado para encender el pebetero que arderá en las próximas semanas ante su propio pueblo, ante su gente, en Maracaná.

Fue el justo reconocimiento al verdadero espíritu olímpico por un episodio que quedará en por siempre en la historia y que fue protagonizado ni más ni menos que por un maratonista brasileño lidiando con la madre de todas las prueba de los Juegos.

Siguenos en FacebookPinchá el logo de Facebook, suscribite, disfrutá Run Uruguay y recibí cada día las novedades de las carreras de ruta de todo el país y de las principales actividades regionales. Organiza tu propia agenda con antelación.